viernes, 13 de mayo de 2011

The Road de Cormac McCarthy

Cuando hubieron comido llevó al chico al guijarral de debajo del puente y apartó el hielo
delgado de la orilla con un palo y se pusieron de rodillas y le lavó al chico la cara y el pelo. El agua estaba tan fría que el chico lloró. Bajaron por el guijarral en busca de agua dulce y le lavó el pelo otra vez lo mejor que pudo pero tuvo que dejarlo porque el chico estaba gimiendo de frío. Lo secó con la manta, arrodillado al resplandor de la luz con la sombra del armazón inferior del puente quebrada sobre el palenque de troncos de árbol que había más allá del arroyo. Este es mi niño, dijo. Le limpio el pelo de sesos de un muerto. Es mi trabajo. Luego lo envolvió en la manta y lo llevó junto al fuego.
El chico se tambaleaba sentado. El hombre vigiló que no se venciera hacia las llamas. Hizo unos hoyos en la arena para acomodar las caderas y los hombros del chico cuando se acostara y se sentó abrazándolo mientras le alborotaba el pelo delante de la lumbre para secárselo. Todo ello como en un antiguo ungimiento. Que así sea. Evoca las formas.
Cuando no tengas nada más inventa ceremonias e infúndeles vida.


http://es.scribd.com/doc/9727313/La-Carretera-Cormac-McCarthy

1 comentario:

  1. ese maese escribe bien de ondita, me da miedo que leyendolo encuentro miedos que no conocia, como ver una peli de horror que te asusta con algo a lo que no sabias que le tenias miedo.un saludo yisus boy.

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